Febrero, mes temático de la Transformación en EXECyL
Continuamos con las publicaciones del mes temático de febrero con la colaboración de nuestro amigo Ignacio Babé, director general y CEO del Club Excelencia en Gestión.
Gracias al acuerdo de colaboración firmado el pasado año, el próximo día 3 de marzo lanzamos nuestra primera acción conjunta: una jornada presencial ‘Construyendo un futuro mejor basado en la gestión excelente’ a la que estáis invitados a asistir (previa inscripción) para profundizar sobre el Modelo EFQM y conocer experiencias reales de cómo este ayuda a las organizaciones a ser más ágiles y flexibles, y a impulsar la transformación, para obtener mejores resultados y asegurar un futuro sostenible a largo plazo. Pero antes, como antesala a este primer encuentro presencial, aprovechamos esta oportunidad para conocer de primera mano la visión de este profesional acerca del potencial de una herramienta como el Modelo EFQM para transformar y hacer más excelente la gestión de cualquier organización.
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¿Cómo medir la Transformación?
Llevamos años sometidos a un continuo bombardeo sobre la necesidad de la transformación en empresas y organizaciones, incluidas las que forman parte del tejido empresarial de Castilla y León. Unos la apellidan transformación digital (¡cuidado con poner el carro digital antes que los bueyes!), otros cultural y otros organizativa. Están los que dicen que el entorno VUCA (volátil, incierto, complejo y ambiguo) ha cambiado las reglas de juego de (casi) todos los sectores, organizaciones y empresas, pero que no todos se han enterado todavía. Y aún hay otros, que hablan de la revolución de la tecnología o de los clientes o de los requerimientos de la sociedad. O de las nuevas regulaciones del Gobierno de turno. Ciertamente vivimos tiempos convulsos y de cambios rápidos y profundos. Y hay, incluso, quien se aventura a afirmar, que lo que vivimos es un cambio de época. Y, todo ello, para llevarnos a la tan manida transformación, el término más utilizado en el ámbito empresarial, en los últimos años.
Y ¿cómo se define la transformación? McKinsey lo hace como un programa intenso, a nivel de toda la organización, para mejorar el rendimiento (una mejora de los beneficios del 25% o más, por ejemplo) e impulsar la salud de la organización.
Por una u otra de las razones anteriores (tecnología, mercado, competencia, consumidor, regulador, …) una mayoría de organizaciones ha iniciado su transformación. Pero ¿con qué ritmo? ¿cuáles son los objetivos de una transformación? ¿son medibles y están cuantificados? ¿cuál es un plazo razonable para concluir una transformación?
La Transformación del Modelo EFQM
Hace 3 años, la EFQM me pidió que participará en el grupo que iba a cambiar el Modelo que crearon 30 años antes. En las reuniones preliminares discutimos sobre si lo que había que hacer era un rediseño, una evolución, una revolución o hacerlo de nuevo.
La inteligente decisión que se tomó fue hacer una transformación; ni evolución, con unos pocos o muchos cambios pero sin entrar en la esencia; ni revolución, olvidando los grandes servicios prestados a las organizaciones, en los últimos 30 años.
Cualquier transformación debe empezar por poner al cliente en el centro de la estrategia y del plan. Así que, nos pusimos manos a la obra y entrevistamos a más de 100 primeros ejecutivos, de todo tipo de organizaciones en Europa, y encuestamos a más de 1.000 directivos, de todos los sectores y tamaños de organizaciones y empresas. Los clientes del Modelo EFQM.
Y para esa transformación partimos de entender la nueva realidad, a la que se enfrentan hoy las organizaciones y sus líderes. Que era lo que les ocupaba y que lo que les preocupaba. Es decir, queríamos ayudarles a resolver los problemas del funcionamiento de su organización hoy pero ayudándoles a preparar el futuro (transformación). Y lo que descubrimos, en este primer análisis, fueron estos importantes elementos a considerar en el Modelo “transformado”:
- Poner a los clientes en el centro. Hoy están más informados, con más opciones, que nunca antes, y son más poderosos, por lo que se impone ofrecerles una experiencia global diferencial.
- Hacer que el propósito, de la organización, este claramente definido y comunicado con transparencia a todos los grupos de interés, contribuyendo explícitamente a la sostenibilidad social, medioambiental y económica.
- Conocer el ecosistema económico y digital en el que hoy cualquier organización, que quiera tener éxito, debe apoyarse, identificando a sus competidores, socios, y otros actores, las interrelaciones entre ellos y definiendo una estrategia, que se adapte al nuevo modelo de liderazgo, no solo de las personas, sino del propio ecosistema.
- Conseguir un sistema de creación de valor, alineado con el propósito, en beneficio de los clientes, en primer lugar, pero también de las personas que trabajan en la empresa, en beneficio de la comunidad en la que se desenvuelve la organización y en beneficio de proveedores, distribuidores, reguladores, …, es decir, con resultados para todos los grupos de interés.
- Procurar equilibrar el talento, joven y senior, buscando una actualización continua de las capacidades de todas las personas (aprendizaje continuo).
- Generar más valor con más flexibilidad y rapidez (agilidad), con más eficiencia, incorporando tecnologías disponibles (AI, IoT, ML, Blockchain, Cybersecurity, …), que aumenten la productividad y el nivel de digitalización, y que faciliten una toma de decisiones más eficaz por estar basada en datos, información y conocimiento.
- Incluir la innovación, como parte esencial de la gestión, permitiendo adaptar o cambiar los productos, servicios y soluciones al ritmo que demandan los grupos de interés y esté definido en la estrategia.
- Transformar la organización, considerando no sólo la digitalización, sino la cultura y los nuevos modelos de negocio.
Todos estos desafíos, que ocupan y preocupan a los CEOs, están considerados en el Modelo EFQM. El marco de referencia, basado en el círculo mágico de Simon Sinek (¿por qué? ¿cómo? ¿qué?), que se ha desarrollado para hacer frente a la transformación (cambios continuos en muchos frentes) es de gran utilidad para todo tipo de empresas/organizaciones. En el Modelo EFQM esas preguntas constituyen los 3 pilares fundamentales: Dirección – Ejecución – Resultados.
Este marco de referencia se ha construido siguiendo el principio de “deliver today while you work for the future”, que en una traducción libre sería: gestiona el funcionamiento de hoy mientras preparas, a la vez, el futuro.
Este marco de referencia permite, además, a las organizaciones evaluar su resiliencia ante los cambios dado que no sólo pone el énfasis en lo bien que hoy hace las cosas (excelencia), sino también, y, sobre todo, en que hace para prepararse para el futuro (innovación y sostenibilidad).
Con este Modelo se puede medir la transformación y muchas organizaciones podrán poner orden en sus procesos de transformación y contemplarlos de forma global, sintiendo que van consiguiendo lo que se habían propuesto, gracias a una buena ejecución. Como modelo permite medir la gestión actual y su nivel de preparación para el futuro, con una escala de 0 a 1.000, que permite a las organizaciones saber en qué punto de su ruta de transformación se encuentran y cuánto y por dónde deben acelerar, tener en cuenta otros elementos del entorno no considerados, hacerse más fuertes en su ecosistema, conseguir mejores resultados para un grupo de interés, etc.
Los resultados de la última Encuesta Global McKinsey confirman una verdad duradera: cuantas más acciones de transformación emprenda una empresa, mayores serán sus posibilidades de éxito. Además, afirman “aunque sabemos, desde hace años, que un enfoque integral de la transformación organizativa es más propicio para un cambio duradero, la tasa media de éxito sigue siendo persistentemente baja”.
Por otro lado, menos de un tercio de los encuestados -todos los cuales habían participado en una transformación en los últimos cinco años- afirman que las transformaciones de sus empresas han tenido éxito tanto en la mejora del rendimiento de la organización como en el mantenimiento de esas mejoras a lo largo del tiempo. Por esto es importante medir, lo que se hace y lo que se consigue, hacerlo periódicamente y usar un instrumento calibrado y con visión global, como el Modelo EFQM.
Las empresas, que saben que su transformación está avanzando y generando resultados, se miden periódicamente y muchas optan, además, por el Sello EFQM y, con ello, generan confianza a todos sus grupos de interés. Para esto en España, está el Club Excelencia en Gestión, desde el que le ayudaremos a dar sentido a su transformación, a medirla y a darles reconocimiento y visibilidad. Y, acabamos de ser reconocidos por la EFQM como su mejor partner en el mundo, siguiendo un recorrido que empezó hace muchos años.