Mayo: mes de la RSE en EXECyL
Seguimos con el mes de la Responsabilidad Social con un post que nos hace llegar Erika Cembranos, directora ejecutiva de Erre Ese, empresa dedicada a la consultoría en responsabilidad social.
Como bien dices… ¡este es vuestro tema! Quien mejor que vosotros para arrojar un poco de luz sobre aquellos que comienzan a desplegar acciones RSE en sus compañías.
¡Muchas gracias por vuestra colaboración, Erika!
RSE… ¿por dónde empiezo?
Como consultores expertos en responsabilidad social, muchos clientes nos transmiten su inquietud por comenzar a trabajar, de una manera estructurada, en materia de sostenibilidad.
Digo de manera estructurada, porque de un modo u otro, la mayor parte de las empresas desarrollan ya algún tipo de iniciativa en este sentido. Al fin y al cabo, la responsabilidad social no es sino todo aquello que supera el requisito legal… ¿y quién no hace algo por encima de las obligaciones normativas?
En todo caso, muchas organizaciones visualizan los tres ejes de la responsabilidad social (económico, ambiental y social) y nos preguntan como trabajarlos de una manera sistemática y, sobre todo, orientado a la consecución de resultados.
Nuestra recomendación es siempre partir de una identificación de qué cuestiones son sustanciales, en términos de responsabilidad social, para la organización, desde dos puntos de vista: cuales afectan en mayor medida a mis resultados, y cuales importan o preocupan a mis grupos de interés. Balanceando ambos enfoques, llegaremos a aquello de realmente debería importarnos e importa a aquellos de quienes depende nuestro negocio.
Y para centrar el tiro, y no dedicar más tiempo del necesario a esta fase previa (que no caigamos en la parálisis por el análisis), lo mejor es partir de un abanico de temas ya definido y testado en otras organizaciones. Desde nuestra experiencia, la referencia es GRI, la guía para la elaboración de Memorias de Sostenibilidad.
El resultado de este proceso de identificación de temas o cuestiones sustanciales (lo que GRI denomina análisis de materialidad), nos llevará a identificar que cuestiones son importantes para la organización.
El siguiente paso consiste en contrastar esto con lo que efectivamente ya estamos haciendo. Es decir, realizar una identificación de nuestras buenas prácticas, y compararlo con esa lista de temas significativos o sustanciales. Y tendremos tres posibilidades:
- Temas que son importantes, y que de hecho ya estamos trabajando de manera sistemática, como puede ser, la prevención de riesgos laborales.
- Temas que son importantes y trabajamos de manera informal, o con actuaciones puntuales, como la conciliación de la vida personal y profesional, o el fomento de la vida sana y la actividad deportiva entre nuestra plantilla.
- Temas que son importantes y sobre los que no estamos haciendo nada. Y aquí será donde tendremos que diseñar objetivos y planes de acción específicos.
El siguiente paso es contarlo. No solo por poner en valor lo que aportamos a nuestro entorno (que también), sino por ser transparentes con nuestros grupos de interés.
En nuestro caso, y hablo ahora de Erre Ese, nuestros temas materiales y las iniciativas que desarrollamos al respecto son:
- Resultados económicos: nuestro “tema material” son las practicas de adquisición, y por eso, siempre que es viable, buscamos proveedores locales para generar valor en el entorno.
- Resultados ambientales: por nuestra actividad, hay dos impactos ambientales clave. Uno de ellos es el consumo de recursos, especialmente, consumo de papel, que evitamos, dado que somos oficina sin papeles. El otro es nuestro impacto en el cambio climático, por la generación de gases de efecto invernadero. En este sentido, calculamos cada año nuestra huella de carbono, trabajamos por reducirla y la compensamos. De hecho, en 2017 hemos sido, por segundo año consecutivo, la primera empresa española en conseguir el triple reconocimiento “Calculo, reduzco, compenso” emitido por la Oficina de Cambio Climático.
- Resultados sociales: nos preocupa la conciliación de la vida personal y profesional, así como la igualdad de oportunidades. Desde 2012 ostentamos el Distintivo efr, otorgado por Fundación Masfamilia, en reconocimiento a nuestras medidas de conciliación (flexibilidad horaria, teletrabajo, etc.). Trabajamos por la igualdad de oportunidades en interno (con una plantilla mayoritariamente femenina) y en externo, participando en iniciativas como Stem Talent Girl, que fomentan las vocaciones femeninas en carreras universitarias de ciencias e ingeniería.
Somos una pequeña empresa, pero estamos convencidos de nuestro impacto en el entorno.