Abril, mes temático de la Formación
Continuamos con una nueva aportación al mes temático de la Formación de la mano de nuestros compañeros de la Escuela de Negocios CEU Castilla y León y sus reflexiones sobre la Formación Ejecutiva a lo largo de la vida profesional.
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El reto de la “Formación continua” continúa
“La formación es competir contra ti mismo para ser mejor”. Quizás sea una aseveración demasiado rotunda y que generaría mucho debate, pero no es este el lugar y momento indicado para ello. No obstante, sí puede considerarse como un buen punto de partida para acercarse a una de las realidades más presentes en el mundo de las empresas, de los profesionales que las conforman y de la consecución en el camino trazado en busca de la Excelencia: la Formación.
Para una institución como la nuestra, cuya misión se verbaliza literalmente en “diseñar e impartir programas de formación, manteniendo como objetivo la satisfacción de las necesidades de nuestros grupos de interés, procurando la mejora continua, respetando y trasmitiendo los valores expuestos en nuestros estatutos”, no se requiere demasiado texto añadido para justificar la importancia nuclear que damos a la Formación como eje del desarrollo personal y profesional de las personas.
En el caso de nuestra Escuela de Negocios CEU Castilla y León ese sustantivo tan manido lleva siempre aparejado un adjetivo que precisa el ecosistema diario en el que nos movemos: “continua”; el diccionario de la RAE lo define como aquello que “dura, obra, se hace o se extiende sin interrupción”. Y creemos que esta acepción casa perfectamente con nuestra manera de abordar la Formación, o sea, con una necesidad incuestionable en el mundo actual por adquirir conocimientos y habilidades de forma permanente, durante toda la vida, en cualquier tramo cronológico.

La Formación Continua es un factor fundamental para las organizaciones y quienes las integran. En ocasiones concretas se podría incluso aseverar que es “el” factor clave. ¿Por qué? Pues porque ninguna compañía que se precie puede dejar fuera de su ámbito de perfeccionamiento el hecho de que sus profesionales, entre otras premisas:
– dispongan del conjunto más amplio posible de herramientas que les faciliten su propio crecimiento personal y profesional,
– vean la necesidad incuestionable de hacer las cosas de forma diferente para obtener mejores resultados (orientación al logro),
– se conviertan en facilitadores eficaces de la mejora de aquellos a quienes tienen al lado,
– desarrollen la profesionalidad, responsabilidad personal y excelencia como valores y competencias diferenciadoras clave,
La consecución de los ítems planteados y de la gran mayoría de los objetivos que las empresas se autoimponen de forma recurrente pasa por fomentar una cultura de aprendizaje continuo, tanto en la vertiente propia, como en la laboral, tomando con ello conciencia del valor inmenso que aporta la adquisición y entrenamiento de competencias, valores, actitudes y aptitudes, mediante una formación planificada y canalizada.

En la Escuela de Negocios CEU Castilla y León promovemos una formación continua adecuada, que permita aumentar la competitividad de los profesionales en el mercado frente a sus competidores. Con esa formación los equipos estarán integrados por personas capacitadas y comprometidas en su desempeño, generadoras de la productividad necesaria y, con ello, de la rentabilidad deseada, orientadas a la obtención del posicionamiento deseado y en las que el talento fluya de forma habitual. Desde este enfoque, nuestra programación incluye acciones de impacto generalista, que absorban la demanda formativa en bloques como la organización y planificación estratégica, el marketing y ventas, la transformación digital, las finanzas, la incorporación a los mercados internacionales, el I+D+i o todo lo relativo al capital humano; todo ello encauzado a través de metodologías modernas de implantación, formatos actualizados y un equipo solvente de expertos en la docencia a impartir.
No conviene descuidar que, junto a una formación continua anclada en los parámetros descritos, plenos de saber y cientificidad, el CEU se caracteriza por incorporar en todos sus planes de estudio acciones permeables con valores humanistas nítidos, en clara coherencia con sus principios fundantes y porque se tiene muy claro que el factor diferencial de transformación está en las personas: de facto son la esencia de los cambios que transmutan día a día nuestro mundo.
